La buena actitud, ¿se tiene o se aprende?
Llevo tiempo analizando situaciones, cosas, que me suceden y que les sucede a los que me rodean. No siempre mantengo un 100 % de atención, pero lo que si advierto es que unas circunstancias similares a unos les hunde y a otros les fortalece. Sinceramente creo que eso es así por la actitud que tienen esas personas. Mientras que unas tienen una actitud pesimista y de desasosiego, las otras tienen actitud positiva y de salir fortalecidos.
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He leído mucho sobre la importancia del pensamiento positivo, de cómo nos afectan los pensamientos que tenemos y de calidad de los mismos.
Hay pensamientos útiles que apenas son el 20% del tipo "tengo cita con el médico el día tal o cual". Otros pensamientos son los inútiles, otro 10% ( lo cual me parece una barbaridad) del tipo: "si fuera a una playa desierta me llevaría...", suelen ser pensamientos que no llevan a ninguna parte ni tienen ninguna utilidad para nuestro momento actual. Otro 20% serían los pensamientos positivos.Y nada mas y nada menos que el 60% son pensamientos negativos, si de esos del tipo "no me llama porque habrá tenido un accidente, porque está engañándome, porque no me quiere...".
Así es nuestra mente, hablando siempre en términos generales, claro está, y aunque varía de un científico a otro, los porcentajes no andan lejos de los que acabo de expresar.
Entonces si todos andamos más o menos con los mismos pensamientos ¿por qué unas personas salen adelante y tienen circusntancias, en algunos casos, iguales?
Creo que hay elementos que hacen diferenciar a los que lo ven todo "negro" de los que lo vemos todo "bonito". Que no es ni lo uno ni lo otro tan drástico, pero así lo visualizamos mejor en nuestra mente, y estos son los elementos:
1- Las personas que tienen buena actitud, cuando les sucede algo que es trágico, con dificultad o una crisis en su vida, se preguntan qué les ha llevado a esa situación y actúan consecuentemente para resolverlo.
2- Igualmente no se encargan de culpar a otros, buscan primero la respuesta en ellos mismos, sabedores que la vida es de cada uno e intentan remediar lo que consideran que ha podido derivar en eso y que depende de sí mismos.
3- Son personas que reconocen que se equivocan, no les da miedo reconocer ni eluden su responsabilidad. De esas personas que te dicen "he cometido este error y lo lamento". De esta manera verbalizan y aprenden de lo sucedido. No se avergüenzan puesto que saben que todos cometemos errores y ellas no son una excepción.
4- Visualizan. Esto es algo que personalmente me encanta hacer. Algunos lo llaman "soñar despierto". Pues sí, funcionan con un hay que creerlo para verlo. Conscientes que si eres capaz de pensarlo eres capaz de hacerlo.
5- Tienen confianza en sí mismos, perseveran, persisten y prometen llevar a cabo aquello que persiguen. Buscan alcanzar sus sueños, aquello que han visualizado, y trabajan para ello.
6- No dejan para otro día lo que pueden hacer hoy. Son vividores del presente y aprovechan cada día al máximo. Algunos consideran que son hiperactivos pero sencillamente saben lo que quieren y reconocen la importancia de no postergar las decisiones.
7- Son capaces de buscar el lado positivo de lo que les sucede. Se caen como todos, pero siempre hayan el modo de levantarse porque entienden que cada caída les acerca más a lo que persiguen.
8- son personas que siempre emanan energía, positivismo y emociones positivas. Son generosas, optimistas y alegres. Y suelen tener en su haber valores como la empatía, asertividad y discrección. Hacen que los que les rodean se sientan mejor.
9- Entienden el concepto de "nosotros", de "humanidad", donde el egocentrismo y el ser interesado, no van con ellas. Saben que todo repercute en todos y que lo que sucede a algunos termina afectando a otros.
10- Son personas reflexivas y cautas, miden siempre sus palabras y no suelen juzgar las vidas ni las personas ajenas. Entienden que cada uno tiene su manera de entender y vivir la vida, exisitiendo tantas realidades como personas hay en el mundo.
Pues todo esto son elecciones personales. Nuestra vida es un resultado de aquello que elegimos libremente hacer o pensar. Por lo tanto nuestra vida es nuestra actitud.
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