Autoconocimiento emocional

 Vengo de una época complicada de mi vida. He tenido que enfrentarme a muchas emociones, situaciones y retos que han sacudido parte de mi persona.

Ante los desafíos de la vida, nos queda la responsabilidad, o al menos yo creo que es lo deseable, de hacernos cargo y gestionar lo que nos sucede sacando el arsenal de herramientas que vamos adquiriendo con el vivir.



Creo que el primer paso para que una persona pueda conseguir un adecuado desarrollo emocional, una buena gestión emocional, es aprender a reconocer cuáles son sus propias emociones y cómo estas influyen en sus acciones y en el proceso de toma de decisiones. Cuando eres capaz de identificar las cualidades y potencialidades propias, así como todo aquello que te debilita, te acerca a lo que te propones y te permite asumir nuevos desafíos.


Cada uno vivimos experiencias desde un mundo propio. Cada cual ha tenido un bagaje emocional y psicológico fruto de un determinado contexto que ha hecho que tengamos una mochila de influencia de otros. De adulto, toca responsabilizarse de esa mochila y hacer los cambios pertinentes para no dejarsela a otros demasiado cargada. Porque cargada va a ir pero puede ir menos de cosas perjudiciales y más de cosas que supongan una ventaja o ayuden al bienestar.


No todos contamos con la misma capacidad, ni ganas, ni miedos, ni fuerza, ni herramientas, ni entorno mas favorable.
Además se nos da de lujo opinar sobre lo ajeno, detectar los errores de otros y juzgar vidas de los demás, pero suele ser mas algo que llevamos dentro y que vemos en otros porque no tenemos capacidad ni consciencia para hacerlo sobre nosotros mismos.

Es muy recomendable aprender a saber gestionar nuestros éxitos y fracasos, y hacer una buena digestión de ellos. Los casos más frecuentes que podemos encontrar son la incapacidad para reconocer errores, narcisismo, arrogancia, pensamiento en blanco-negro, rechazo a las críticas... nos cuesta ver todo el pack.

Somos luces y sombras, cometemos errores pero realizamos muchos mas aciertos. ¿ no os dais cuenta?

Pero los días malos, o los malos comportamientos y los malos pensamientos, también forman parte de nosotros. También entramos a criticar y nos dejamos llevar por la matrix. Decimos una cosa, hacemos otra, justificando ambas y el cambio de criterio cuando es cosa nuestra. Mientras que echamos en cara o rápidamente soltamos un improperio si es cosa ajena.


Autoconocerse es una herramienta maravillosa que nos permite ir transformándonos y superarnos.
Cuando una persona cultiva la conciencia de sus emociones, está trabajando sobre lo que va a constituir el primer paso en el logro de sus metas. 
Si tomamos consciencia de nuestras cualidades y nuestras potencialidades, así como de aquello que nos debilita, estaremos más cerca de alcanzar lo que nos propongamos, de asumir desafíos, de ayudar y guiar a otras personas. 

Sin embargo, su ausencia nos hace inmaduros emocionales analfabetos emocionales, según Daniel Goleman, debido a que desconocen lo que les permitirá su éxito en los ámbitos personal, profesional e interpersonal o, por el contrario, aquello que le obstaculiza para hacerlo. El desconocimiento de aquello que me impide avanzar, me impide poder cambiarlo, superarlo...

Asi que sí, epoca convulsa, ando igual un poco perdida porque no soy ni seré la que fuí antes de determinadas cosas.

Esperando que otros hagan otros digan, al final la que termina haciendo soy yo, para bueno y para malo. Y eso no me parece un error, solo es síntoma que estoy cambiando y de dejar de esperar, porque la vida pasa mas deprisa de lo que creemos.

Porque si nos damos cuenta, una de las pocas verdades absolutas, es que todo está en constante cambio, nuestro cuerpo y mente incluidos, por lo que también nosotros vamos cambiando dentro de esto de vivir.

Toca seguir conociendome, espero que hagais lo mismo. Al final si que es necesaria toda una vida para llegar a ver todo de uno mismo y hay personas que se niegan, con lo cual, necesitarán unas cuantas.

Mientras, los que si queremos seguir avanzando, lloraremos, reiremos, nos frustraremos, alegraremos, etc, entendiendo que todo nos hace seguir.

Saber reconocer con claridad nuestras habilidades y debilidades y saber enfrentar el día a día, es una competencia de saberse capaz. 
Es uno de los componentes de la autoestima, junto al autocontrol, que es el poder para hacer que la vida tenga sentido, la autoimagen, la autovaloración y la autoafirmación. No hay que ignorar lo que nos hace débiles sino saber que lo que nos hace sentir así nos fortalece.

Gracias por leerme.










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