¿Eres "miope?
Nuevamente gracias a la revista "Mente Sana", os dejo un fragmento de Encuentros con Max, del autor Ferran Ramón Cortes que nos ayudará a reflexionar sobre esas ideas que tenemos de los demás.
Miopias
"La cafetería estaba practicamente vacía a esa hora de la mañana. Sus propietarias Rosa y Natalia, tenían una animada conversación mientras ordenaban el mostrador de pasteles:
- No soporto a Juan. Es un arrogante y un prepotente. Y dice las cosas sin ningún tacto.
- Pues a mi me encanta. Precisamente acaba de hacerme el favor de mi vida. Tenía un problemón, le llamé, le pedí ayuda, y en tres minutos lo tenía en casa resolviéndomelo...
- ¡Sí jamás ha pensado en nadie que no fuera él!
- Pues ya te digo. A mi me parece una persona excepcional.
Tras unos instantes de reflexión, Rosa le preguntó a Natalia.
- ¿estamos hablando del mismo Juan?
En aquel preciso instante se oyó una voz que provenía de un extremo de la barra:
- Sí, probablemente...
Natalia y Rosa lanzaron una incisiva mirada al autor de aquella afirmación, un hombre mayor, al que no recordaban haber visto entrar y que, devolviéndoles la mirada, les dedicaba una cálida sonrisa. ¿Quien era? ¿Y por qué se metía? ¿Conocía quizá a Juan y habían estado hablando de él de forma imprudente? El anciano las tranquilizó enseguida:
- Me llamo Max, y lo cierto es que no he podido evitar escucharos. No conozco a Juan, pero por vuestra conversación me imagino lo que os está sucediendo, y me gustaría poner un poco de luz a vuestro debate si tengo vuestro permiso.
Natalia, casi divertida, le lanzó un animoso ¡Adelante, te escuchamos!. Y Max les dijo:
- Vereis, todos tenemos rasgos de eficacia, que nos ayudan a funcionar bien como persona y en nuestras relaciones nos acercan a otros, y rasgos de ineficacia, que nos distancian de los demás. Lo fundamental es entender que todos, sin excepción, tenemos ambas listas.
Natalia y Rosa escuchaban con atención. Max continuó sus explicaciones.
- Cuando alguien nos cae bien, tendemos a ver de estar persona, y de forma prioritaria, sus rasgos de eficacia. Sin embargo cuando alguien nos cae mal, son sus rasgos de ineficacia los que destacan con fuerza. En ambos casos estamos siendo miopes...
- ¿miopes?- dijo Natalia-. No te sigo...
- Sí, es una particular forma de miopía, porque no estamos viendo a la persona en su totalidad. Una parte de ella, la positiva si nos cae mal o la negativa si nos cae bien, se vuelve invisible, y el retrato que nos hacemos de la persona no es real.
...
-Vereis, cuando nos relacionamos con alguien desde la visión de sus rasgos de ineficacia, llevamos escrito en la frente lo que pensamos de esa personas. Nos relacionamos con ella desde esta visión y, por lo tanto, pocas cosas buenas podemos esperar. Le estamos diciendo al otro constantemente (desde nuestro tono, nuestra expresión y nuestros gestos) que no nos cae bien. De este modo, dificilmente nos va a responder desde sus rasgos positivos. Estamos, sin saberlo, sacando lo peor de esa persona por la manera que la abordamos."
Es un texto muy interesante que nos habla de las ideas que llegamos a tener de las personas desde nuestro punto de vista. No le falta razón en indicar que puede ser que verbalmente no digamos cosas negativas a la persona, pero el tono con el que hablamos, una cara seria, enfadada o unos gestos que pasan desde cruzar los brazos, alejarse mucho de la persona, nerviosismo, pueden hablar más y "vibrar" más de cara al resto de personas que nos rodean que la propia voz.
No nos paramos a pensar que quizá esa idea hace esa persona que no nos cae bien puede deberse a mil factores, como puede ser un mal día, una mala contestación ajena a nosotros, un criterio diferente pero defendido de forma agresiva, en fin, mil cosas que pueden llevar a crearnos una idea de la persona limitada. Como el propio autor dice, estamos siendo miopes hacia esa persona puesto que no nos paramos a ver ese lado positivo que todos tenemos.
Yo siempre digo que vemos a los demás con nuestros ojos, y nuestros ojos solo tienen una visión individual y subjetiva. Por eso alguien puede ser maravilloso para mi, pero para otra persona ser lo opuesto. Es como si lleváramos unas gafas puestas donde solo vemos aquello que queremos ver pero no el paisaje completo.
Depende de nosotros saber sacar lo mejor de nosotros mismos y no tener ideas preconcebidas por una situación. También nosotros generamos situaciones y emociones. Nuestra actitud dice mucho y evidentemente influencia a lo y los que tenemos alrededor. ¿No os pasa que el día que estáis enfadados por algo al final discutís con todo el mundo? ¿todo lo veis peor? eso viene determinado por nuestra forma de mirar ese acontecimiento que ha derivado en esa emoción.
No digo que sea fácil ni que no haya situaciones y/o personas que realmente no tengamos afinidad con ellas, pero cuanto más fácil lo pongamos, mejores frutos tendremos y mejor nos sentiremos.
¿Que os parece la reflexión? ¿Sacais conclusiones diferentes de este texto? Si pensáis en esas personas que "os caen mal" y desde este punto de vista, ¿creeis que habéis sido miopes con ellas? ¿qué creéis que podéis hacer para mejorar la relación con esas personas?
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