Marrakech, viaje que merece la pena vivir.

Hoy toca hablaros de mi reciente viaje a Marrakech, hace tiempo que un amigo, Marco, me hablaba de sus viajes a Marrakech. Todo empieza como empiezan las historias inolvidables, con un pequeño paso que te dirige hacia un lugar y no sabes bien porqué. Mira que hay gente que me ha hablado de Irlanda, de Escocia, de Islandia, pero no sé, mi intuición me llevaba a prestar atención a Marrakech. Mi primera toma de contacto con el continente Africano se tornaba interesante.

Y lejos de arrepentirme he venido encantada. En psicologia social estudiamos los estereotipos y bien que he podido darme cuenta de lo profundamente arraigados que tenemos los estereotipos en la mente. Es impresionante como no conocemos las culturas pero lo que los demás nos dicen de ellas nos influencia y mucho. 

Pues bien, mis estereotipos han venido rotos, me ha sorprendido su hospitalidad y su atención. No todos los marroquís son iguales de igual modo que no todos los españoles somos iguales. Los hay de todo tipo y si bien su religión es el Islam, sucede como los cristianos o judios, no todos son practicantes ni todos llevan a rajatabla lo que la religióndice. Como mujer me he sentido observada, pero en peligro nunca y eso que hemos ido sola por sus calles y de noche. Y he sentido mucho respeto y gratitud hacia los "guiris" como nosotras. Policia por todas partes y gentes amables que siempre ofrecen un té como poco. Eso no quiere decir que seamos ingenuas y que te fies de todo aquel que pretende ayudarte. Ibamos advertidas y también conscientes de la situación que tienen muchas personas allí de pobreza que les obliga a buscar dinero donde sea. Pero sin ningun problema hemos disfrutado de paseos por alli.

Antes que los estereotipos yo, personalmente, tenia que enfrentarme a mi mayor miedo, mi Crohn. Ya os he hablado de esta enfermedad que no tiene cura y la cual tengo. Ahora mismo por fortuna, y gracias a mi estilo de vida saludable, la tengo bajo control lo que me permite soñar con viajar fuera de España y de Europa. Asi que tras mis miedos iniciales por tema de la comida y la bebida, me arranqué a mirar precios para viajar hasta allí y me di cuenta que con un poco de tiempo y buenas recomendaciones, el viajes es más que aceptable y asequible tanto a nivel económico como a nivel de salud.

Volé con una amiga en la compañia Ryanair, equipaje de mano y una mochila, mas que suficiente si vas de 3 a 5 dias. Ropa, la típica de verano, camisetas cortas, pantalones cómodos y alguna que otra manga larga porque por las noches refresca. Hemos ido a finales de abril-mayo y temperatura perfecta de rondar los 25 grados por el dia y los 15 por la noche.

Nos hospedamos por recomendación de Marco, en Riad Palau (http://www.riadpalau.com/), que tanto en booking como en trip avisor podeis ver los magníficos comentarios que reflejan la realidad que allí os vais a encontrar, un lugar magnífico con habitaciones amplias, limpias y todo lo necesario para hacer tu estancia mas que agradable,  y allí nos dieron la bienvenida Mohamed y Hamid que nos abrieron las puertas de su día a día y su cultura.
 
 Llegamos tarde porque el avión se retrasó pero ya con un "bienvenidas a vuestra casa" nos sentimos como en tal y nos acompañó esa sensación hasta el ultimo minuto que estuvimos allí.  
 


Qué contar de Marrakech, pues que hay que vivirlo para poder saber lo que es andar por sus calles, estrechas y llenas de bullicio, con mucho encanto y miles de aromas que van despertando todos tus sentidos. Lo mejor es haber disfrutado de todo ese "caos" que tiene un orden natural increible porque sin normas se normalizan en todo. Cuando vayais allí entenderéis lo que digo. 
El zoco es un laberinto de luces, colores, energías que fluyen y se comunican entre las plazas en el que perderse es una buena opción. Artesanos de la madera, de las telas, las esencias, herreros, carniceros, pescaderos, etc todo se mezcla en un ir y venir de gentes de todo el mundo. Caminas entre coches, motos, carretas, burros, bicis y personas, repleto de acentos, pitidos, saludos y sonrisas, como si de un baile se tratara no sabes como pero todo fluye y emerge de todo ello una bonita energía que se transmite e invita a seguir hacia adelante.

Y tras esa energía incansable e incensante, llegar al Riad se convertía en un bálsamo para mente y cuerpo. Encontrabas a estos chicos y su sonrisa, su "¿que tal el dia?" y su  amabilidad, dispuestos a ofrecerte un rico té moruno, el whisky bereber como ellos lo llaman.  Soy amante del té con lo cual no he sido capaz de decir que no nunca. 

Y como transmiten confianza, seguimos con acierto, los sabios consejos de Hamid y Mohamed, ambos saben lo que hacen y lo que dicen siempre es con ánimo de ayudar, aqui os dejo sus webs www.viajerospormarruecos.com y http://toursamarruecos.com. 
Decicimos hacer un viaje con ellos de 1 dia a Essaouira y, sencillamente, genial. Tomamos la decisión de ir como reinas y contratar la opción personalizada para nosotras solas, una persona que estuviera con nosotras a nuestra plena disposición, otro Mohamed se encargó de llevarnos a tan bella ciudad en la costa marroquí. Increíbles vistas, playa llena de surferos y murallas que hablan de historias lejanas se entremezclan con los mercadillos, el ruidoso puerto y el viento incesante.


Pudimos ver y disfrutar de saborear el aceite de argan en una de las cooperativas de mujeres de camino a tan bella ciudad. Nos avisaron que muchos comerciantes mezclan aceite de argan con otros aceites naturales como el de almendra dulce, por eso nos indicaron que tienen sellos que garantizas que compras lo que de verdad es aceite de argan y regateando un poco, no sacamos mal precio por lo que nos llevamos. No cuento más porque el camino esconde sorpresas que merece la pena disfrutar.


Y nuevamente llegas al Riad, ellos te acompañan siempre que es posible y te ayudan en todo lo que les pides. Además hemos podido compartir momentos con otros huéspedes como Nisa, a la que mando un abrazo desde aquí, practicando el inglés oxidado que tengo y hasta un poquito del francés que me queda, practicamente sin usarlo desde el curso que hice. 

Poder escuchar a Moha tocar la guitarra española, con la amabiliad de Hamid que prepara ese rico té, sentadas en los zafús sin nada de ruido, solo música, hace que te evadas y te relajes. Ellos suelen decir también que nosotros tendremos los relojes pero ellos son dueños del tiempo, y en ese momento aprecias el valor de esa frase, del relax, de estar sin reloj, de disfrutar y dejarte llevar, logran esa pequeña magia.

Y la comida sin problema, solo tuve que tomar las precauciones típicas, incluso me animé a probar sus vinos (muy ricos por cierto), su pollo, sus tajines y cus-cus, sus desayunos con esos zumos naturales tan baratos y que saben a gloria. Incluso estuvimos comiendo en la plaza Jamaa el fna y sin incidentes que mencionar. Los desayunos que hacen estos chicos son muy abundantes repletos de todo, no basta decirlo hay que vivirlo. Cocinan de miedo.

En fin, inolvidable y maravilloso, Marrakech me ha conquistado. Ya estoy deseando conocer ese desierto que los chicos cuentan y  aman. A ver si mis sueños me siguen dejando vencer mis miedos y volver a un lugar para mí ahora, mágico.

Estoy pensando en hacer viajes de yoga y meditación allí, es un lugar que invita a ello. Os mantendré informados. Yoga/meditacion/Marrakech suena muy bien.




 

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