Gestionar las emociones, la tristeza.

Hace muchos años arrancaba este mail ante una necesidad propia de evasión. Decidí abrir un blog para hablar de mi situación y hacerla consciente. Empezaba mis primeros pasos en el mundo bloggero para paliar un poco mi dolor emocional, hay que ser sincero con uno mismo ante todo, y esa fue la razón por la que arrancó este blog.
Estaba tan dolorida física y mentalmente ante la aparición de un diagnóstico que, hoy día, a ciencia cierta son consciente que ha cambiado mi vida y mi forma de estar en ella.

Los psicólogos y grupos de apoyo, que los hay y gente maravillosa en ellos, me recomendó escribir. En ese momento yo escribía diarios que, si alguien los leyera hoy día, aun yo misma, quedaría impresionado de ciertas expresiones y manifestaciones que no dejaban de ser parte de una realidad interna que creo practicamente nadie conoce pero que hacían salir esas sensaciones y emociones tan negativas y tan fuertes que era muy difícil manifestar a nadie.

Es entonces cuando descubrí el alivio de plasmar las palabras en una hoja de papel. Ahora ya, tras estar estudiando psicología, soy mas consciente del beneficio de hacerlo. Cuando plasmas con palabras o las expresas a otras personas, estás dando voz a tus estados emocionales, el cerebro va procesando y dando significado a todas esas experiencias que nos van aconteciendo y eso hace que su intensidad, duración e incluso su frecuencia, sea menor.
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Por eso recomiendo a todo el mundo que suelte, más a las personas que quiero, que manifieste ese estado. Da igual si escribes un whatsapp, si un mensaje de voz, una llamada o en persona. Necesitamos soltar.

El estado emocional de tristeza, lo digo bastante, es necesario y lejos de ser malo (las emociones no son ni buenas ni malas, son emociones y todas tienen su sentido e importancia), es una emoción que activa el proceso psicológico que nos permite superar pérdidas, desilusiones o fracasos

La tristeza es la que nos hace poner distancia con las situaciones dolorosas para nosotros, y nos impulsa a buscar en nuestro interior. Es la tristeza la que nos ayuda a curar heridas y que vaya cicatrizando el dolor generado por ellas. Así mismo, el sentir tristeza, nos ayuda a empatizar con la tristeza de los otros y así crear redes de apoyo y consuelo.

Cuando nos sentimos tristes nos volcamos sobre nosotros mismos, nos aislamos, al menos yo así lo necesito y he aprendido a gestionarlo así,  para iniciar un proceso de gestión de esta emoción. Ese proceso arranca con la generación de pensamientos alternativos sobre la situación que nos ha llevado a ese sentimiento y que hace que seamos capaces de entender el lugar de esa situación en nuestra vida e historia personal. Después se produce una reorganización de las conductas que emitimos para adaptarnos a la nueva realidad que nos toca vivir con nuestras pérdidas, desilusiones o fracasos.

Por tanto la tristeza es una emoción útil aunque dolorosa, dolorosa porque es la que nos pone en el punto de partida de un proceso de aceptación de una realidad que nos daña, que nos hace sentir vulnerables o que forma parte de la vida, como son enfermedad y muerte.

Aceptar la tristeza no es signo de debilidad, debemos permitirnos estar tristes, contrariamente a lo que nos dicta la sociedad de control emocional. No tiene nada de malo, contraproducente, estar tristes. Es cierto que en nuestra mente hay mecanismos que nos hacen sentir mal cuando vemos a quienes queremos tristes o pasándolo mal, pero eso solo ha de servirnos para estar ahí y darnos cuenta que somos seres hechos de emociones.

En este camino de gestionar el proceso emocional de tristeza, ayuda escribir, ayuda soltar y ponerle palabras a toda la situación.

Una vez más, escribir sobre ello, me ayuda y espero que si alguien lee esto y está pasando una situación de tristeza, pruebe a escribir o llame/escriba a esos amigos, familiares, personas que quiere para soltar un poco.

Practicar ejercicios de relajación o mindfulness y meditación cuando tu mente se quede anclada o esté muy acelerada, también ayuda ya que te permite redirigir tu atención evitando así "darle vueltas a la cabeza".

No nos han enseñado a gestionar las emociones, por eso a veces va bien saber cosas que se pueden hacer y que alguien nos indique que está bien sentirse triste, o sentir cualquier emoción.

Solo debemos tomar medidas cuando esa tristeza se instala permanentemente y no somos capaces de ir avanzando, afectando a nuestra vida y seres queridos. Es ahí cuando debemos acudir a un profesional, a un psicólogo que nos de herramientas y acompañe en este proceso mucho más complejo y más profundo.


       Os recomiendo la película inside out, traducida al español como Del revés, de dibujos animados que habla de las emociones primarias y donde se aprecia el valor de todas ellas, incluida la tristeza.
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cuando ponemos palabras a nuestros estados emocionales, nuestro cerebro procesa y da significado a estas experiencias por lo que la intensidad, la frecuencia y la duración de las emociones son menores. Así que no te guardes todo para ti. Compártelo.

Leer mas: https://www.hacerfamilia.com/psicologia/enfermedad-familiar-enfermedad-casa-cuidar-enfermo-20170224144036.html

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