Está la cosa de morderse las uñas ¿sabes el motivo de esta conducta?

Empiezo el primer post del 2022 hablando de morderse las uñas. Llevamos casi dos años de pandemia y claro, nervios, ansiedad, frustración, etc, están a la orden del día. 

La ansiedad tiene muchas formas, una de ellas es la onicofagia o morderse las uñas

en psicología se denomina onicofagia, es un hábito compulsivo que se manifiesta en que la persona que lo sufre se come las uñas. Con el tiempo puede provocar múltiples lesiones físicas tales como problemas en los dientes, deformación de la cutícula, formación de verrugas, infecciones, afectación por hongos o bacterias e incluso la elevación de los bordes laterales del dedo.


En los casos más graves, estos efectos pueden provocar incluso la pérdida total de la uña. Es una conducta frecuente entre niños y adolescentes. Pasado el periodo de la niñez, y ya en la adolescencia, el morderse las uñas puede verse modificado por otro tipo de conductas tales como morder el bolígrafo, mover el pelo, fumar, etc.

Todas las personas que se muerden las uñas coinciden en la afirmación de que no pueden controlar este hábito, no tienen conciencia de que lo están realizado y cuando están llevándolo a cabo tienen serias dificultades para parar.

Es una conducta repetitiva centrada en el cuerpo (CRCC), que implica la destrucción de las uñas ocasionada por  morderlas habitualmente. Aunque no está específicamente indicado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), morderse las uñas se clasifica como un trastorno del espectro obsesivo-compulsivo con especificación de "conducta repetitiva centrada en el cuerpo".

Yo de pequeña me mordía las uñas muchísimo, incluso las de los pies, siempre he sido bastante flexible. Juraría que los tres hermanos en algún momento, nos hemos mordido las uñas, pero yo hasta hace bien poco y, a veces, si tengo períodos de mucho estrés y ansiedad no puedo evitar morderme las uñas.

Causas de la onicofagia, motivos para comerse las uñas

Pueden ser distintos los motivos que llevan a que realicemos esta conducta:

  • Algunas personas lo realizan para calmar los momentos en los cuales se encuentran ansiosos, nerviosos o angustiados.

  • El estrés diario y en momentos como antes de un examen, entrevista de trabajo, etc.
  • Momentos en los cuales el sujeto se encuentra en un estado obsesivo y lo hace a modo de compulsión para rebajar su ansiedad.
  • Ante cambios drásticos en la vida de una persona tal como divorcios, muertes, etc.
  • Personas que padecen frustración, rabia, baja autoestima, timidez, con tendencia a preocuparse, y perfeccionistas, son rasgos típicos que pueden llevar a la padecer onicofagia.
Además de la predisposición hereditaria de las Conductas Repetitivas Centrada en el Cuerpo ( CRCC también incluyen arrancarse el pelo o pellizcarse la piel), también hay otros factores involucrados, incluyendo el temperamento, el entorno, la edad de inicio y  las causas de estrés familiar .

Todo ello son signos de algún problema no resuelto que debe abordarse para que las CRCC mejoren. Problemas como los que he mencionado: ansiedad, estrés, problemas obsesivos, cambios drásticos, maltrato, divorcios, discusiones y gritos constantes...

Generalmente, la onicofagia se soluciona por sí sola en los casos leves y no es necesario tratarla. Los casos graves, asociados a otros trastornos, requieren aliviar el estrés y proporcionar apoyo y motivación para abandonar el hábito. 

Afear, ridiculizar, castigar o instigar para que cese la conducta no han demostrado ser eficaces, como tampoco lo es aplicar sustancias amargas sobre las uñas. Y de todo esto doy fé en primera persona. Fue cuando tomé conciencia que lo hacía en épocas de gran estrés y ansiedad, cuando pude ser consciente y trabajarme a mi misma.

el cuerpo habla lo que la mente calla, cada dia mas claro.

Podemos aparentar estar tranquilos y calmados, pero si no podemos estar quietos, si nos agobia quedarnos en casa sin hacer nada, si movemos compulsivamente la pierna, por ejemplo, comemos a puñados y rápido, etc, etc, etc, todo es síntoma de nerviosismo, inseguridad, ansiedad...

Y claro, ahí, hay mucho que trabajar. Por fortuna la psicología y la psiquiatría no dejan de estudiar, comprender y tratar todas las enfermedades mentales, conductas perjudiciales, pensamientos rumiativos, pensamientos negativos... para ayudarnos a tener una vida más feliz, de bienestar y de calidad.

Hemos de entender, cuanto antes mejor, que la mente es un órgano más, falla, tiene sesgos, nos engaña, porque no, no todo lo que pensamos es verdad y no, no todo lo que dice que hagamos nos ayuda.

Si en cualquier momento hay algo que no os hace bien, alguien que os quiere y os conoce os indica que algo no va bien, sufrís de ataques de pánico, de ansiedad, insomnio, os cuesta comer, dolores de cabeza frecuentes, pensamientos raros, negativos o repetitivos, por favor, acudid a un profesional de la salud mental, todo cogido a su debido tiempo ayuda a no acrecentar algo que puede ser una tortura.

La ansiedad lo es, el estrés lo es, afecta muchísimo el día a día, a la salud general del cuerpo y a la calidad de nuestras relaciones.


Foto: @rodri_roe
 
Todo se puede trabajar, se puede  gestionar y vivir bien,  sanos mental y físicamente, solo  hay que acudir a los profesionales  adecuados y  aceptar que somos humanos, no perfectos. 





Todos necesitamos ayuda y, personalmente creo, que todos disponemos de la capacidad de afrontar lo que la vida nos pone delante, pero a veces necesitamos una guía y una mano que nos lo haga más fácil y disipe la niebla que a veces parece que hay. 

Gracias por escuchar.




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