La ACTITUD
Re Leyendo una de mis revistas favoritas, mente sana, me he encontrado con esta historia * y creo que ella por sí sola habla sobre la actitud. La importancia de cómo hacemos las cosas, el optimismo, mejora las relaciones personales.
" El sábado por la mañana Alberto y Marta se dirigían al refugio de Max. Habían quedado para comer con él y pasar la tarde juntos... Aquella visita había sido iniciativa de Alberto, y lo cierto es que Marta le agradecía porque había pasado unas duras semanas de trabajo y se sentía sin energía. Estaba segura de que compartir unas horas con su viejo amigo la reconfortaría. En el coche Marta le preguntó a Alberto:
- Alberto, ¿no seremos inoportunos presentándonos en casa de Max ahora que tiene huésped?
- Me ha asegurado que no. Es más, dice que es una ocasión ideal para que conozcamos a Nora, su sobrina que vive en Londres. Y ya sabes que Max en esto no hace cumplidos...
Marta sabía que, en efecto, así era. Si Max hubiera tenido el más mínimo inconveniente, se lo habría dicho. La confianza mutua que se tenían era la esencia de su larga amistad. Cuando al fin llegaron, Marta y Alberto se encontraron a Max y su sobrina en el jardín. Max hizo las presentaciones y Nora se dirigió con una sonrisa a Marta para decirle:
- Siento como si te conociera: Max me ha hablado tanto y con tanto cariño de ti... De hecho, sé que estos días estoy ocupando tu habitación.
Marta sabía que Nora estaba en Londres con una beca de investigación, que le había costado mucho conseguir, y que su aterrizaje allí había sido especialmente duro. En seguida se interesó por su situación.
- ¿Cómo te va por Londres? ¿siguen las dificultades?
La respuesta de Nora fue de lo más positiva:
- Lo cierto es que es una gran oportunidad y el hecho de que las cosas no sean del todo fáciles me está ayudando muchísimo a desarrollar recursos y ganar seguridad... Estoy encantada con la experiencia.
La charla continuó mientas Max encendía la barbacoa. Alberto y Marta disfrutaban de la compañía de Nora, quien no había perdido la sonrisa ni un solo instante. Además, en su conversación se sucedían las expresiones de agradecimiento, complacencia y optimismo: de lo que iba sabiendo de Marta y Alberto, les decía todo lo que admiraba; y, de sus experiencias en Londres, siempre extraía un aprendizaje positivo. No había ni el más mínimo rastro de pesimismo o resentimiento. Cuando estaban con el café, a Nora le sonó el móvil. Se disculpó y se alejó unos metros para atender la llamada. Marta aprovechó la situación para decirle a Max:
- ¿Sabes? tu sobrina me está dando una gran lección. Venía baja de ánimos y viéndolo todo negro. Últimamente todos mis mensajes estaban cargados de pesimismo... y hoy, en cambio, ¡me estoy contagiando del optimismo de Nora!
- Verás Marta, las emociones se contagian. Hay personas que, después de estar un rato con ellas, parece que nos absorben la energía, mientras que otras nos cargan las pilas. Nora es, sin duda, de estas últimas. Ella ha elegido ser así; es su ACTITUD ante la vida.
- ¿No es el carácter lo que determina tu optimismo?
* foto sacada de alejandrofariña.com/ |
Marta se puso a pensar en su actitud. A menudo se dejaba llevar por el pesimismo, incluso por el derrotismo, y ahora se daba cuenta del efecto que podía estar causando en los otros... Nora se incorporó a la sobremesa y compartieron ella más anécdotas, vivencias y experiencias. Se dieron cuenta de que ella siempre lo hacía desde su lado más optimista y que incluso se reía de sus pequeños fracasos.
Max se levantó para ir a por más café. Alberto aprovechó para seguirlo a la cocina, con la excusa de llevar algunos platos, y allí le dijo:
- Gracias viejo amigo. Una vez más has acertado con la idea. Cuando te llamé comentándote el pesimismo de Marta, no podía imaginar mejor terapia."
El optimismo, una actitud lo mejor posible, es cuestión de práctica, de entrenamiento. Puedes poner de tu parte para que te resulte más fácil afrontar la vida, la actitud ante la vida. Es cambiar el pensamiento, y cuando una idea negativa se te pase por la cabeza revertirla, transformarla. Todo lo que sucede tiene un lado bueno, todo. Solo que no siempre somos capaces de verlo. Haz aquello que te hace sentir bien: deporte, música, cine, baile... Y a la hora de hablar con los demás intenta desprenderte de tus conflictos, de tus enfados y resentimientos.
No es labor fácil, y menos en los días que vivimos, pero no podemos dejar que la apatía y los discursos negativos llenen nuestra vida. Estamos vivos así pues todos los días podemos reinventarnos. Todos los días podemos intentar ser felices.
* Libro Conversaciones con Max de Fernando Ramon-Cortés.
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