Eres agradecido?

Leyendo una de mis revistas preferidas, Mente Sana, voy a reflexionar sobre agradecer las cosas gracias a un artículo de Ferran Ramón-Cortes, especialista en comunicación y escritor.

Aquí un fragmento del artículo escrito en la revista:

"Susana trabaja como controller en una importante empresa. Lleva todos los números y es la mano derecha del director financiero. A finales del 2010 le detectaron un tumor de pronóstico reservado. En cuanto se lo comunicaron, Susana decidió coger la baja para hacerse todas las pruebas complementarias cuanto antes y así afrontar la enfermedad. La misma tarde en que recibió la noticia, llamó a su jefe para informarle de la situación. Este le contestó que la entendía perfectamente porque él también se está haciendo unas pruebas relacionadas con su hipertensión. Durante los siguientes diez minutos, su jefe se dedicó a describir las preocupaciones que tenía por su salud, absolutamente ajeno a lo que Susana le acababa de contar.

Lo que sí hizo su jefe de forma inmediata fue informar de la situación al consejero delegado; este le envió un correo a Susana en el que, tras decirle lo mucho que lo sentía, le pedía que, por favor, actualizase antes de cuarenta y ocho horas el cierre contable del trimestre, pues lo tenían que enviar a la central.

La siguiente persona que supo de la enfermedad de Susana fue Blanca, su colaboradora más próxima. Su reacción fue claramente distinta y desde el primer instante se puso a su entera disposición para lo que necesitara. De hecho, durante todo el largo proceso médico de Susana, asumió todas las tareas de ella trabajando incansablemente y con gran eficiencia. Y no solo logró llevar todo el trabajo al día, sino que constantemente llamaba a Susana o le enviaba divertidos mensajes dándole ánimos.

El proceso médico de Susana fu bien y catorce meses después pudo volver al trabajo totalmente recuperada. Para celebrarlo organizó una fiesta a la que no faltó nadie que hubiera tenido un papel importante en aquellos meses. Lógicamente Blanca estaba entre los invitados.

Un año más tarde, Susana tuvo una intuición. Después de compartir un café con Blanca, ya en las puertas de la oficina, la cogió por el brazo, la detuvo un instante y le dijo:

- Blanca, no sé si alguna vez te he dado explícitamente las gracias por lo que hiciste por mí durante los meses que estuve luchando contra el cáncer. Quiero que sepas lo importantes que fueron para mi tu ayuda y tus mensajes.

Blanca la miró fijamente a los ojos y las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas. Emocionada, le dijo:

- solo quería que volvieras lo antes posible. Tuve mi premio el día que te vi cruzar la puerta para entrar de nuevo en la oficina.

Un sentido abrazo selló aquel mágico momento, un momento descrito por Susana como de felicidad perfecta".

La gratitud, o la capacidad de ser agradecidos, nos permite reconocer los aspectos pasados y presentes positivos, buenos, aquello que nos ha beneficiado de algún modo y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra existencia (Peterson y Seligman, 2004; Emmons, 2007). El dar las gracias no es solo un acto de agradecimiento  es también una gran actitud que desata y potencializa tu asertividad.  

* imagen sacada de www.ciudadredonda.org

La gratitud te hace sentirte realmente bien y te  conecta con lo mejor de tu persona. Al estar y ser agradecida  automáticamente aumentas tu autoestima y mejoras la percepción que tienes sobre el mundo que te rodea. Además  emanas  una energía que hace surgir lo mejor de quienes te rodean y que facilita por consecuencia tu comunicación asertiva.
La comunicación asertiva es consecuencia  del reconocimiento de nosotros mismos y de los demás. Para defender adecuadamente tus derechos  primero debes conocerlos y sentirte digna de ellos y ese reconocimiento nos hace estar cada vez más agradecidos,  también el estar agradecidos, nos conecta cada vez más con ese sentido de dignidad y de reconocimiento, es como un círculo, de retroalimentacion.

En el fragmento vemos cómo las actitudes de los insensibles jefes, donde la empatía y asertividad brilla por su ausencia, y sobre todo la gran calidad y recompensa que ofrece Blanca a Susana. Podemos ver en este fragmento los diferentes roles con los que nos encontramos. Hemos de ser conscientes tanto del rol que tenemos nosotros mismos como del que queremos tener. En el caso del primer jefe apreciamos como le falta tiempo para explicar su problema en vez de esperar y dejar que Susana pueda desahogarse. Y en el caso del segundo obviamente queda patente que el trabajo prima por encima de las personas, cosa que dice mucho de sí mismo. 

Hemos de hacer una autocrítica por un momento y ser capaces de discernir cómo actuamos nosotros respecto a los demás para mejorar nuestra capacidad de comunicación y nuestras actitudes. 

Volviendo a Blanca y a Susana, el hecho de que ésta última haya sido capaz de reconocer lo que Blanca ha hecho por ella y manifestárselo, ha afianzado más su relación y su complicidad. No olvidemos que el hombre es un ser social, necesitamos los unos de los otros y las relaciones personales con gestos como el de agradecimiento, el del perdón sincero o un abrazo a tiempo, las afianzan, acrecentan y cultivan en el presente y hacia el futuro. Ello nos proporciona una sensación de bienestar, de seguridad, de reafirmarnos. 
 

* imagen sacada de ampabenageber.wordpress.com

No hemos de dejar de agradecer sinceramente lo que los demás hacen por nosotros. 


No estoy hablando de dar las gracias por entregar o hacer algo, que también, sino agradecer explícitamente, actuar, manifestar, demostrar. Pensemos ¿cuando fue la ultima vez que agradecí a mis amigos por ir a nuestra casa a vernos? o ¿cuando dije a mis padres que los quería?, o ¿cuando dijiste a esa persona querida que la echabas de menos?

"El movimiento se demuestra andando" pues bien, para agradecer, hay que demostrar de la manera que se quiera/pueda que uno es agradecido.