Postura de la cobra o Bhujangasana

Como forma parte de la tabla de yoga que puse, voy a contar en qué consiste esta clásica postura de yoga, la postura de la cobra, de la que todos hemos oído hablar alguna vez y hemos visto en numerosas películas. 

Los resultados beneficiosos de esta asana, no solamente estriban en la extraordinaria flexión de la espina dorsal, también en el gran fortalecimiento de la musculatura del canal vertebral. Esta asana reanima todo el cuerpo. 

En cuanto a los efectos sobre la  columna vertebral, hace flexible a la misma, que es garantía de salud y vitalidad. La vida sedentaria, sin movimiento, vuelve rígida nuestra espina dorsal; además es que estemos tantas horas delante de nuestra mesa de trabajo y ordenador, nos produce cifosis (curvaturas) de diferente nivel, contra las cuales esta postura será altamente beneficiosa, ejecutándola correctamente.
En el sistema nervioso, antes he mencionado que fortalece la musculatura del canal vertebral, pues bien esta musculatura protege, envuelve, la columna vertebral y por ella,toda la actividad nerviosa pasa en algún momento. La columna se extiende a lo largo de las dos cadenas de ganglios del sistema nervioso simpático, cuya acción repercute en todo el cuerpo. si estos ganglios y nervios reciben la adecuada sangre que necesitan se disfrutará de una buena salud. Así pues la práctica de esta postura ayuda a que se produzca dicha irrigación sanguínea.

En las glándulas endocrinas, esta postura tonifica las cápsulas suprarrenales que segregan la adrenalina, la hormona del dinamismo; y un funcionamiento sano de las suprarrenales supone que se de un comportamiento y producción normal de la cortisona e inmunización contra ciertas formas de reumatismo.

Esta postura tambien influye por el estiramiento y compresión alterno del abdomen, que con ella se produce, en el tubo digestivo y las glándulas anexas. El aumento de la presión intraabdominal también tiene efecto en los riñones favoreciendo la diuresis.

Y en la caja torácica, la flexibilización de la columna vertebral y la corrección de la cifosis, mejora la condición del torax, ensanchándolo.

El adoptar esta postura tiene efectos higiénicos, entendiendo por tales lo siguiente, ayuda contra el estreñimiento, los trastornos uterinos ováricos y ayuda a regular la menstruación. E igualmente puede aliviar a los que son propensos a las flatulencias tras las comidas.

Contraindicaciones de esta postura: mientras se realice correctamente esta asana, sin rapidez ni sacudidas, no tiene muchas contraindicaciones. Si en algún momento sentimos dolor al realizarse, seamos condescendientes con nuestro propio organismo y escuchémosle. O no se practica adecuadamente o estamos ejerciendo demasiada presión.... No es recomendable para personas con hernias de disco severas, y debe vigilarse la practica de la misma para personas que tengan problemas digestivos, así como problemas de lumbalgias, ciáticas, etc. Para estas personas la ejecución debe ser muy cautelosa y muy benevolente con el cuerpo humano.

Hay que procurar tener en cuenta lo siguiente: no poner las manos demasiado adelante ni demasiado atrás, hacer demasiada fuerza con los brazos cuando estamos estirando el abdomen, ya que la fuerza ha de provenir del mismo, estirar por completo los brazos ( hasta incluso en la postura final, los brazos nunca estarán completamente estirados), no se debe abrir los codos (estos habrán de estar cerca del cuerpo), no se debe abrir la boca, ni doblar las rodillas, los hombros no deben de subirse (deben estar hacia abajo) y el ombligo no debe levantarse demasiado.

La tecnica: como posición de partida estaremos estirados de cara al suelo, piernas juntas y planta de los pies hacia arriba. Brazos doblados, palmas de las manos en el suelo con la punta de los dedos asomando por delante de los hombros ligeramente (MUY IMPORTANTE ESTO ULTIMO) y codos cerca de los costados. Antes de iniciar la ejecución, nuestra frente se apoyará en el suelo.
Una vez tenemos esto, levantaremos la cabeza y el tronco lo posible para ir doblando la columna hacia atrás. Lo haremos por tiempos para entender este levantamiento mejor:
1er tiempo: estamos boca a bajo, nos concentramos  e inhalamos. vamos adelantando la nariz a ras del suelo, hacemos avanzar el mentón lo más lejos posible (provocamos estiramiento del cuello y compresión de la nuca).

2o tiempo: con una contracción de la nuca levantamos la cabeza en un movimiento lento y continuo. Ascendemos lentamente y entran en acción músculos dorsales (sin ayuda de los brazos que estarán relajados). El peso de los brazos quedará sobre las palmas. Ojos mirando al techo lo más alto posible. Cuando se haya llegado al máximo de contracción de los músculos dorsales, las piernas estarán tensas, menos las pantorrillas, y todo el peso del cuerpo estará en el abdomen.

3er tiempo: retorno a la fase inicial. Ejecutaremos todo a modo inverso, los brazos disminuirán la presión mientras músculos de espalda y piernas se afloja, etc, hasta llegar donde el mentón llega al suelo, se va llevando hacia atrás el mentón, luego la nariz y finalmente la frente.

Una postura muy sencilla que engloba muchos beneficios.

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