Reiki, la historia
Como maestra Reiki desde hace ya un par de años, tras haber tenido la oportunidad de conocer varios maestros que me han dado su propia visión de esta técnica japonesa, voy a plantear mi punto de vista al respecto y de paso, aprovechar a contaros la historia que se me ha transmitido de su precursor, el doctor Mikao Usui.
Voy a realizar algunas apreciaciones a rasgos generales sobre el mundo que vivimos en el occidental o, bajo mi criterio, mal llamado primer mundo. Es un mundo marcado por la superficialidad, el egoísmo, el tener cosas. El estrés, la ansiedad por el qué pasará, el desasosiego diario definen nuestras vidas. Poco queda de antiguos mitos de tomarse su tiempo, de que eramos los más vagos en España... Cada vez más enfermedades relacionadas con el estrés, más depresiones, más noticias desagradables. Ante este panorama añado que pocas veces se aplica el pensamiento y la actitud positivas, cada vez menos tiempo dedicamos a pensar en nuestro interior y nosotros mismos, y por ende incapaces de pensar en los demás y aceptarnos a nosotros y ellos, tal como somos. La mayoría de las personas han perdido el conocimiento de la propia fuerza interior que proviene de las fuerzas positivas, de la posibilidad de auto conocerse, de conocer las fuerzas de tienen que ver con todo el mundo, con el universo, diría yo. La fuerza y capacidad mental, la actitud positiva, es altamente reconocida en la comunidad científica y por ello (doy fe) ante cualquier enfermedad severa una de las cosas más importantes es ser positivo, ser feliz.
Pues bien, con Reiki tomamos nuevamente conciencia de esa energía, apagada por una sociedad donde el simple hecho de mejorar o paliar situaciones por uno mismo no genera dinero, por lo que no es recomendable su difusión y mucho menos su reconocimiento. Aunque he de decir que ya muchos hospitales en el mundo incorporan maestros y terapeutas reiki para que ayuden a enfermos terminales reconociendo sus efectos altamente positivos en los pacientes. En el Hospital Ramón y Cajal y en el Hospital Doce de Octubre en Madrid, así como en centros penitenciarios, se desarrollan voluntariados de reiki e iniciaciones en la técnica para el personal sanitario.
Quien era el Doctor Mikao Usui
Fue el conductor de una escuela cristiana en Kyoto, Japón. Él creía en las sanaciones milagrosas de Jesus y ante la respuesta de sus alumos sobre cómo podría demostrar estas sanaciones decidió dedicarse a buscar estas respuestas.
Viajó a USA estudiando teología en la Universidad de Chicago. Estudió escritos chinos, religiones cristiana, taoísmo, budismo... no encontrando respuestas buscadas. Retornó a Japón y estudió el sánscrito antiguo. Acabó por encontrar en un convento Zen unas escrituras redactadas en sánscrito que informaban método y símbolos a través de los cuales lograr la sanación.
Con el abad de dicho convento Usui entabló una amistad, donde dicho abad aconsejó al doctor meditar y ayunar durante 21 dias en la montaña sagrada Kuriyama. Así lo hizo y en la mañana del último día vio los antiguos símbolos de las escrituras, se fijaron en su mente y se activó su acceso a la Energía Vital Universal.
Tras esta vivencia bajó la montaña y sufrió en ese viaje una herida en su pie. Aplicó sus manos sobre ella, la hemorragia cesó y el dolor se calmó significativamente. Esa fue su primera toma de contacto con reiki.
Tras volver al abad y contarle todo lo vivido decidió ayudar a los seres humanos que vivían en la pobreza a causa de una enfermedad. Pasó muchos años en los barrios bajos de Kyoto ayudando a quienes lo necesitaban. Pero descubrió que muchos de los pobres que ayudaba no retomaban sus vidas dado que costaba mucho esfuerzo. Y con ello se dio cuenta que no solo había que sanar la parte física, sino que había que desarrollar la conciencia del agradecimiento. Que tenía que existir una contraprestación por ayudarles a curar sus males, para ello hizo sus reglas de vida, las cuales había que cumplir para poder disfrutar de este regalo:
Abandonó los barrios pobres, comenzó a trasnmitir sus conocimientos y uno de sus alumnos, el Doctor Chujiro Hayashi creó la primera clínica de Reiki en Tokio donde se curaba solo con reiki. Clínica destruida en la Segunda Guerra Mundial.
Hawayo Takata se convirtió en la sucesora del Doctor Hayashi. El cual la inició como maestra Reiki, tras un año de aprendizaje y pasando un tiempo de reflexión, en 1938. en Hawai, de donde era la Sra. Takata, creó un centro Reiki. Consagró a más de 20 maestros en Estados Unidos, Canadá y América del Sur. La siguieron sus nietas Phylis Ley Furumoto y la Doctora Barbara Webber-Ray. Actualmente existen la Reiki-Alliance de Phyllis Ley Furumoto y la AIRA de la doctora Barbara Webber-Ray. Mientras en Europa la Sra. Brigitte Müller difundió el reiki en los años 80.
De la escuela de Phyllis es de donde proviene Jonh Curtin, maestro de quien me inició Ricardo Rowland, conocí también a la par a Alicia Carrasco y también a quien posteriormente me siguió enseñando y guiando hasta iniciar como maestra Jesus Ciano.
Y ahora yo tengo la oportunidad y responsabilidad de intentar hacer comprender lo que, a mi inclusive a veces me cuesta asimilar, que nosotros albergamos gran poder dentro y que ese poder es infinito. Solo que nos han inculcado desde pequeños a seguir las pautas establecidas a creer que se puede si alguien nos dice que se puede y a que todo lo que no sea lo convencional, cuanto menos, es dudoso y la mayoría de las veces es perjudicial, malo o un engaño.
Yo lo único que pido a todo aquél que me pregunta es que pruebe una sesión reiki, que lo descubra por sí mismo y que después se formule su propia respuesta. Lo que puedo asegurar es que con el reiki, la tranquilidad, la calma, el bienestar están asegurados.
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